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martes, noviembre 15, 2011

Beveren: Sant Artola gloriós y pasaporte a la gloria

Temporada 1978-79. Primer año sin Cruyff; primer año con Núñez. Y la vida sigue igual. Quinto en la Liga a ocho puntos del Real Madrid y KO en la Copa tras encajar un humillante 4-0 en Mestalla, una pequeña ciudad de Flandes, de apenas 45.000 habitantes, iba a convertirse en el paso al infierno o resurrección del Barça de Quimet Rifé, sustituto de Lucien Muller tras el desastre de València como entrenador y que de buenas a primeras se encontraba ante el reto mayúsculo de convertir a un equipo en barrena en ese triomfant prometido por Núñez.

Era el segundo partido oficial de Rifé al frente del equipo, tras haber debutado con un incontestable 6-0 al Sporting el domingo anterior que devolvía la fe al barcelonismo. Y fue la noche en que, decididamente, más allá de Artola, el fútbol descubrió a un tal Jean Marie Pfaff, clave en ese Beveren que ganaría la Liga pocas semanas después y que alcanzó la categoría de crack defendiendo durante seis años la portería del Bayern Múnich o que fue quien apartó a España de las semifinales del Mundial de México, en 1986.


Pero la historia estaba por escribirse aún. Y aquel 25 de abril de 1979 el Barça encontró el pequeño estadio Freethiel lleno. Y se vio arropado por más de 3.000 optimistas acompañando para defender el escueto 1-0 de la ida, marcado por Krankl de penalty, y la esperanza de, diez años después de la triste final de Berna, volver a una final continental. Europa había sido un carrusel durante el curso. Había comenzado aquella Recopa paseándose ante el Shakhtar soviético, que por aquel entonces poco o nada tenía que ver con el actual; siguió con el milagro inolvidable de Zuviría, la NOCHE más apasionante recordada hasta entonces en el Camp Nou ante el Anderlecht; continuó con un reencuentro ante el Ipswich de Robson, que sentenció un cabezazo de Migueli, y se dirigió a esa semifinal ante un pequeño pero crecido Beveren, que si lo puso difícil en el Camp Nou, dio nombre a 'Sant Artola Gloriós' en Bélgica. Porque aquella noche, el vasco se convirtió en leyenda.


Leyenda porque aquella noche Pello Artola redondeó la mejor actuación recordada, convirtiéndose en una muralla insalvable ante media docena de remates con sabor a gol de Janssens, Albert, Stevens, Cluytens o Schönberger, que siempre encontraron a ese portero vasco tan discutido como recordado para desesperar a los belgas. Es probable que hoy, tres décadas después, Artola siga siendo un nombre maldito en Flandes.
A las páginas de oro de la historia del Barça ha pasado, claro, la final de Basilea, aquel partido épico que el Barça venció por 4-3 al entonces poderoso Fortuna de Dusseldorf. Y de aquel curso ningún barcelonista olvida el gol de Zuviría, que sirvió para empatar la eliminatoria ante el Anderlecht. Pero Beveren, esa pequeña ciudad a 1.370 kilómetros de distancia, al norte de Bruselas y cercana a la frontera con Holanda, le dio al club el pasaporte a la gloria después de 90 infernales minutos en los que debió ganar a fútbol pero bien pudo perder a remates.


Un penalty, como en la ida, sentenció. Un derribo claro de Buyl a Krankl a tres minutos del final desembocó en el lanzamiento de Rexach a la red... y a la guerra de nervios que provocó al sentenciar el árbitro que debía repetirse el lanzamiento por considerar que Charly había hecho una 'paradinha' incorrecta. La imagen de los fotógrafos junto a los futbolistas protestando nos traslada a un pasado lejano, cuando el fútbol era tan distinto, a pesar de ser tan semejante. Repitió el lanzamiento Hansi, marcó y el Barça sentenció su pase a la final. La primera Recopa que iba a acabar en el museo.


Este es un video, encontrado en la red, impagable de cómo vivió la frustración la afición belga. Y en él se descubre la razón que tenía el gran Puyal. 'Sant Artola Gloriós'


Campo: Freethiel, 22.000 espectadores.
SK Beveren: Pfaff, Jaspers, Van Genechten (Lisazo 83'), Buyl, Baekce, Hofkens, Schoenberger, Albert, Stevens, Cluyten y Janssens.
FC Barcelona: Artola, De la Cruz, Migueli, Costas (Olmo 68'), Albadalejo, Neeskens, Sánchez, Asensi, Heredia (Esteban 79'), Rexach y Krankl.
Árbitro: Patrick Partridge (Inglaterra). Amonestó a Cluytens.
Gol: Krankl, de penalty (88').


Y así es como habían recibido al Barça a su llegada al hotel...

martes, noviembre 01, 2011

Mr. Robson, goleada bajo la tormenta

La relación de Bobby Robson con el Barça no empezó, como podría suponerse, en 1996. El 17 de mayo de aquel año, un día antes de que Cruyff y Gaspart escenificasen en los vestuarios del Camp Nou la salida en globo del holandés, el propio vicepresidente y Núñez sellaron en Madrid el fichaje del entrenador británico... Que doce años antes había rechazado una primera oferta aconsejando a Terry Venables y que conocía ya qué significaba el Barça desde 1977, cuando al frente del Ipswich Town vivió su primera experiencia blaugrana. Algo que nunca olvidaría.


Después de eliminar al modesto AZ'67 holandés en la tanda de penalties, la Copa de la UEFA emparejó al Barça de la temporada 1977-78 con el Ipswich Town, por aquel entonces entre los grandes de Inglaterra, que acababa de eliminar a la Unión Deportiva Las Palmas y que en el partido de ida, disputado en Portmand Road el 23 de noviembre de 1977 había arrodillado al equipo 'amarillo' de Michels por un incontestable 3-0. El siete de diciembre tocaba jugar la vuelta, en una noche infernal, fría y lluviosa que se aventuraba trágica, más teniendo en cuenta que tres días antes, en el mismo Camp Nou, el Real Madrid había ganado por 2-3, escapándose en una Liga que comenzaba, otra vez, a escaparse al Barça.

Apenas 30.000 espectadores desafiaron a la tormenta y se plantaron aquella noche del siete de diciembre en el Camp Nou. Pero al Ipswich Town de Robson el paseo comenzó a degenerar en pesadilla cuando en veinte minutos su portero Cooper había intervenido hasta en tres ocasiones y a la cuarta no pudo atajar el cabezazo de Cruyff, que devolvía la esperanza al Barça. Apenas comenzada la segunda parte una asistencia de Asensi desembocó en el 2-0 del propio Cruyff y la frialdad del ambiente ya había dado paso al ambiente de esas noches mágicas, en busca del milagro. Encerrado en su área, el Ipswich sobrevivía como podía al asedio de un Barça enrabietado, y tocado por la fortuna primero cuando Mills se encontró con el palo y después, casi al final, cuando una caída de Clares en el área fue designada como penalty, que Charly Rexach se encargó de transformar para igualar la eliminatoria.

Aquella noche del Ipswich no tiene la leyenda que alcanzó un año después el Anderlecht o el Goteborg en 1986, pero puede considerarse la primera épica en la historia de las remontadas con penalties en el Camp Nou. Y es que, sin goles en la prórroga, la eliminatoria desembocó en la lotería de esos lanzamientos. Allí el héroe incontestable fue 'San Artola Gloriós', que rechazó los lanzados por Viljoen y Woods, encaminando el pase blaugrana a los cuartos de final.

  
Campo: Camp Nou, 29.739 espectadores.
FC Barcelona: Artola, Sánchez (Amarillo 61'), Migueli, Olmo, Macizo, Neeskens, Rexach, Fortes, Cruyff, Asensi y Zuviría (Clares 61').
Ipswich Town: Cooper, Mills, Hunter, Tibbott, Talbot, Osman, Osborne, Whymark (Geddis 59'), Mariner, Gates (Viljoen 64') y Woods.
Árbitro: Erich Linemayer (Austria). Amonestó a Woods.
Goles: 1-0, Cruyff (21'). 2-0, Cruyff (46'). 3-0, Rexach, de penalty (87').
Penalties: Talbot, poste(0-0). Rexach, gol (1-0). Viljoen, rechaza Artola (1-0). Asensi, gol (2-0). Mills, gol (2-1). Olmo, rechaza Cooper (2-1). Woods, rechaza Artola (2-1). Amarillo, gol (3-1).

Un día antes de aquel partido, Cruyff, que consumía sus últimos meses en el Barça, ofreció una rueda de prensa (recordada en la hemeroteca de Mundo Deportivo) en la que afirmaba su intención de retirarse y no jugar en Estados Unidos... Vale la pena repasarla.

Accede a la entrevista clicando en la imagen