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martes, diciembre 19, 2006

Barça 3 Göteborg 0 (Copa Europa 1985-86)


'A la media parte ya les habremos metido los tres goles que necesitamos'. Recuerdo, más o menos, haber escuchado estas palabras a Marcos en la radio un día antes del partido. Eran los tres goles que nos había cascado el Göteborg en Suecia; los tres que le habíamos marcado cuatro días antes al Valencia en la Liga. Los tres que necesitábamos...
Hay días que marcas en el calendario de manera especial. Porque pretendes que pasen a tu pequeña historia. Esa historia que años después podrá dar paso a estos recuerdos. Yo, de veras, lo pensaba aquella noche. Recuerdo habérselo dicho a mi padre de alguna manera que ni ganar la Copa de Europa (iluso de mi) debería borrar ese ambiente de nuestra memoria.
Y es que bien pronto lo tuvimos todo de cara. Apenas en nueve minutos Pichi Alonso dejó en ridículo a los centrales suecos con un pase interior de Calderé, se metió en el área y marcó. Aquello prometía. El Barça era un equipo lanzado, enrabietado y machacón que convertía al Göteborg en un pelele que bastante hacía con defenderse. Esto tenía que ser coser y cantar...

Pero para nada. Antes del descanso los suecos se empezaron a estirar y en una de esas jugadas dudosas les anularon un gol por fuera de juego (no seré yo quien a estas alturas lo ponga en duda). Llegamos al descanso. Cansados por los nervios, el bocata que no entra, la humedad que se mezcla con el humo de los cigarros, Schuster que no está bien (jugó con fiebre). Y aún esperanza, aunque ya no el convencimiento del principio, de que esto aún puede sacarse adelante.
Y empieza la segunda parte y se repite de alguna manera la película. Nos vamos adelante, con todo; dejando apenas a Migueli y Alexanco en defensa, convirtiendo a Sánchez y Julio Alberto en extremos, a Carrasco en interior, a Esteban en 'chico para todo'. Tocan arrebato pero el gol no llega... Hasta el minuto 18, cuando al bueno de Migueli le da por lanzar un balón en profundidad (¡pero qué hace éste, se cree que es Schuster! se escucha decir en la grada). Cuando el murmullo aún no ha cesado aparece la frágil figura de Pichi controlando el balón con el alma, entrando en el área y disparando cruzado ante un portero que se hunde en la miseria. 2-0. Uff, aún falta.
Schuster ya no estaba en el campo (sustituido por Pedraza) y se intuía el momento de la verdad, el momento para dar el golpe de gracia al partido y la eliminatoria. Teníamos la final a tocar con las manos... Y llega el éxtasis. A Carrasco le llega un balón en el extremo zurdo y empieza a hacer de las suyas. Los pro Carrasco se frotan los ojos, los anti Carrasco preparan su bronca cuando el 'Lobito' se dribla hata tres veces a los defensas suecos entrando en el área por la línea de fondo, levanta la cabeza, ve a Pichi allá a lo lejos y le manda un centro digno del mejor Rexach y Alonso, GRANDE PICHI, lo pica con la cabeza a la red. Y, loco de contento, corre a celebrarlo con volteretas incluidas mientras nosotros, en la grada, llegamos al éxtasis. Se ha empatado la eliminatoria. Pichi ha marcado los tres y estos pobres suecos están ya casi de rodillas.

Pero nada. Venables saca a Pichi del campo y mete a Clos; el ritmo baja de forma alarmante y los dos equipos se dan por satisfechos con llegar a la prórroga. Y en ella más de lo mismo, o sea, más de nada. Vámonos a los penalties.

Normalmente el Barça había tenido fortuna en este tipo de suertes. Aún tenemos en la memoria el 'Urruti t'estimo' de Valladolid un año antes así que no podemos fallar.
Marcan Petterson, Alexanco, Andersson, Pedraza y Larsson consecutivamente... Y WERNERSON le rechaza el tiro a CARRASCO!!! Estamos contra las cuerdas porque Fredriksson marca el 2-4; Calderé no falla y todos somos Urruti. Y URRUTI no nos falla en el lanzamiento de Nilsson, y Urruti empata con su lanzamiento. Y así, con 4-4 nos vamos a la muerte súbita. Y allí el pobre Mordt lanza fuera y Víctor marca. Y SOMOS FINALISTAS. Y el Camp Nou se viene abajo.
Aún recuerdo a Venables paseado a hombros por Migueli mientras nadie se marcha del estadi. Y años después descubriré a un crío llamado Guardiola (recogepelotas) abrazando al Víctor más contento de su vida.
Otra nit màgica. El Barça estaba en la final... Aunque esa es otra historia.
FC Barcelona:Urruti, Sánchez, Migueli, Alexanco, Julio Alberto, Víctor, Schuster (Pedraza), Calderé, Esteban, Carrasco y Pichi Alonso (Clos).
Göteborg:Wernersson, Ronald Nilsson, Svensson (Mordt), Larsson, Fredriksson, Andersson, Petersson, Tord Holmgren (Johansson), Tommy Holmgren, Ekström y Torbjön Nilsson.
Arbitro:Paolo Casarin
1-0 Pichi Alonso 9. 2-0 Pichi Alonso 63. 3-0 Pichi Alonso 69.

martes, noviembre 14, 2006

Barça 1 Leeds 1 (Copa Europa 1974-75)


Sant Jordi 1975. Franco aún está ahí, pero yo apenas sé quien es. Me interesan más un tal Clarke o un tal Bremner que en Inglaterra nos habían marcado dos goles.

El sábado pasado le habíamos cascado un 3-0 al Betis que al menos levantaba el optimismo en una Liga ya perdida y, como tantas veces (según fui aprendiendo con el paso de los años) ridícula. El Barça es cuarto a 15 puntos del Madrí (15 puntos de los de entonces que hoy, viendo la clasificación, serían 21). Pero nuestra guerra era otra. Habíamos vuelto 'mil años después' a la Copa de Europa y no podíamos fallar. Por el camino se quedaron el Voest Liz austriaco, el Feyenoord holandés y el Atvidaberg sueco. Ya estábamos en semifinales y enfrente teníamos al Leeds United inglés, que en la ida nos ganó por un 2-1 que no era insuperable. Nos esperaba el Bayern en la final... Y aún nos debe estar esperando.

Y es que Sant Jordi, patrón catalán, también lo es de los ingleses y será que aquella noche le tiró más lo británico, ¡kullons!. Con el campo lleno, más de 80.000 éramos ahí apretados y con el bocata a punto, a Michels le dio por jugársela. Puso juntos a Rexach, a Cruyff, a Heredia y a Clares. Y el Barça salió dispuesto a morir por el triunfo. Atacar y atacar era la consigna. Y en menos que canta un gallo un tal Lorimer nos hizo callar a todos. Marinho y De la Cruz, que si tu que si yo, se quedaron en babia y le dejaron el balón a este escocés que apenas si tuvo que empujarlo ante un pobre Sadurní que la vio entrar. 0-1 en seis minutos. Aún no conocíamos el significado de remontada épica pero a ello había que ir. Y entonces, esto sí lo recuerdo como si fuera ayer (bueno, anteayer), apareció un tal Stewart, el portero del Leeds, al que le dio por pararlo todo. Que si un remate de Clares, que si una volea de Rexach, que si un cabezazo de Migueli. Nada, no había manera.

Descanso, bocata, lamentos, Helenio Herrera en boca de mi padre y mis tíos (y quien es este Helenio Herrera me preguntaba yo) y vamos a ver después.
Pues nada, después más de lo mismo. Ese equipo de blanco se defendía de cualquier manera y a nosotros se nos acababan las ideas hasta que, en la desesperación, Gallego saca una falta 'a la olla' y ahí aparece la coronilla de Clares que peina la pelota y, sí, GOL. Entró. Faltan 20 minutos. No hay móvil para llamar a casa y decirle a mi madre que llegaremos más tarde porque habrá prórroga y, quizá penalties. Porque, también lo recuerdo, ni sospechábamos que íbamos a fallar.
Pero nadamos, nadamos, nadamos... y en la orilla nos ahogamos. El árbitro expulsó a uno de ellos por darle un puñetazo a Clares y hubo momentos que todos menos Sadurní estaban en el área de los ingleses, ahí, en el gol sur, el de Travessera, el nuestro. Pero nada, no hubo manera. Sant Jordi pasó de nosotros. La Copa de Europa seguía siendo fruta prohibida.

Volviendo a casa no pude callarme. ¿Y quien es el Helenio Herrera que tanto hablabais? le pregunté a mi padre. No me lo explicó demasiado pero me dijo que en Portugal, hacía años, un club había echado a un entrenador y que éste les había lanzado un maleficio. Sin saber si reir o llorar, le dije que qué tenía eso que ver con nosotros y me contestó que algún día sabría la historia de Helenio Herrera, la guerra que tuvo en Barcelona con Kubala, la marcha de Suárez y su cese. 'Desde entonces', me dijo, 'estamos así'. Con el tiempo conocí todas esas historias, pero a la mañana siguiente, en el cole, tuve que aguantar a la panda de burros del Madrid de mi clase burlándose de mi. Era un crío, y los críos, si son hinchas como era yo, sufren mucho más esas decepciones. Y sólo era la primera...
FC Barcelona: Sadurní, Marinho, Gallego, Migueli, De la Cruz, Neeskens, Asensi (Rifé), Rexach, Cruyff, Heredia y Clares.
Leeds United: Stewart, Cherry, Gray, McQueen, Hunter, Bremner, Madeley (Giles), Clarke, Jordan, Yorath y Lorimer.
Arbitro: Erich Linemayer
0-1 Lorimer 6. 1-1 Clares 69

viernes, noviembre 10, 2006

Barça 3 Ipswich Town 0 (UEFA 1977-78)

En la ida, en Portmand Road, nos metieron un 3-0 que nos dejaba más fuera de dentro. El domningo anterior, cuatro de diciembre, el Madrid nos echó de la Liga ganándonos 2-3 en el estadi y encima ese miércoles llovía. Y a cántaros además.

Empiezo con este partido este blog porque si bien antes hubo otros que no se me olvidan, ese fue especial. Tenía doce años y recuerdo una discusión entre mis padres. Yo estaba acatarrado y mi madre se negaba en redondo a que saliera de casa. 'Si no está bien para ir al cole, al fútbol tampoco' le dijo, más o menos, a mi padre cuando él le pidió que nos hiciera un par de bocatas para irnos al campo. Obviamente al final fui, con un anorak y paraguas al estadio. Recuerdo que el campo estaba medio vacío. Entre el frío (el invierno era invierno y no como la mariconada de tiempo que hace ahora), la lluvia, el 3-0 de la ida y el desencantó culé por el varapalo del Madrid del fin de semana anterior había tanto cabreo como desencanto entre los culés. Pero ahí estábamos nosotros, en nuestro asiento de lateral 'a ver qué pasa'.
Y lo que pasó aún lo recordamos los que allí estuvimos. Antes de la media hora Rexach sacó un corner (ya me gustaría ver ahora a alguien lanzando los corners como lo hacía él) y Cruyff, de cabeza, marcó. Mira, nos decíamos, a ver si al menos no nos vamos con la cabeza alta. Seguía lloviendo y seguía el Barça dominando pero más allá, si no recuerdo mal, de un remate de Fortes que Cooper despejó no hubo nada. Media parte y al bocata (es curioso, tuvieramos hambre o no en aquella época siempre comiamos el bocata en la media parte). Si en la primera parte más o menos estuvimos entretenidos lo de la segunda fue el acabose. Sólo empezarla Asensi vio el desmarque de Cruyff entrando en el área y le cedió el balón para que Johan, con un disparo cruzado marca de la casa, metiera el segundo. 2-0 y 44 minutos por delante!! A partir de ahí fue un no parar. Los pobres ingleses se las veían y deseaban para defenderse. Robson puso poco menos que el autobús y Migueli, Clares y Neeskens estuvieron a punto de meter el tercero. Como el culé ha venido a este mundo a sufrir, Nick Mills, en un contragolpe, nos puso las pelotas por corbata al rematar al palo. El final ya era a cara o cruz y cuando todo hacía pensar que saldría cruz un defensa inglés se cargó a Clares en el área. El árbitro penalty y Rexach engañó al portero metiendo el 3-0. Era el delirio. Nos íbamos a la prórroga.
Y seguía lloviendo. Fue media hora de muermo con dos equipor agotados y abocados a la suerte de los penalties. Y allí nació 'San Artola'. Rechazó el primero de Talbot y el segundo de Viljoen; Mills marcó pero Woods lo tiró al poste. El Barça estuvo más certero. Marcaron Rexach, Asensi y Amarillo y aunque Olmo la cagó no hizo falta que Cruyff lanzase el quinto. ¡Se había hecho el milagro!.
Bajo la lluvia y con un frío que pelaba volví a casa más acatarrado si cabe pero hinchado de felicidad. No existía el pay PPV, ni el plus ni TV3. Ni falta que nos hacía. Sólo lo vimos 30.000 y descubrimos que los milagros existen. ¡I TANT!
FC Barcelona: Artola, Mazizo, Migueli, Olmo, Sánchez (Amarillo), Neeskens, Rexach, Fortes, Cruyff, Asensi y Zuviría (Clares).
Ipswich Town: Cooper, Mills, Hunter, Tibbot, Talbot, Osborne, Osman, Mariner, Whymark (Geddis), Gates (Viljoen) y Woods.
Arbitro: Erich Linemayer.
1-0 Cruyff 21 2-0 Cruyff 46 3-0 Rexach de penalty 87

Pd. El entrenador del Ipswich era Bobby Robson