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martes, noviembre 14, 2006

Barça 1 Leeds 1 (Copa Europa 1974-75)


Sant Jordi 1975. Franco aún está ahí, pero yo apenas sé quien es. Me interesan más un tal Clarke o un tal Bremner que en Inglaterra nos habían marcado dos goles.

El sábado pasado le habíamos cascado un 3-0 al Betis que al menos levantaba el optimismo en una Liga ya perdida y, como tantas veces (según fui aprendiendo con el paso de los años) ridícula. El Barça es cuarto a 15 puntos del Madrí (15 puntos de los de entonces que hoy, viendo la clasificación, serían 21). Pero nuestra guerra era otra. Habíamos vuelto 'mil años después' a la Copa de Europa y no podíamos fallar. Por el camino se quedaron el Voest Liz austriaco, el Feyenoord holandés y el Atvidaberg sueco. Ya estábamos en semifinales y enfrente teníamos al Leeds United inglés, que en la ida nos ganó por un 2-1 que no era insuperable. Nos esperaba el Bayern en la final... Y aún nos debe estar esperando.

Y es que Sant Jordi, patrón catalán, también lo es de los ingleses y será que aquella noche le tiró más lo británico, ¡kullons!. Con el campo lleno, más de 80.000 éramos ahí apretados y con el bocata a punto, a Michels le dio por jugársela. Puso juntos a Rexach, a Cruyff, a Heredia y a Clares. Y el Barça salió dispuesto a morir por el triunfo. Atacar y atacar era la consigna. Y en menos que canta un gallo un tal Lorimer nos hizo callar a todos. Marinho y De la Cruz, que si tu que si yo, se quedaron en babia y le dejaron el balón a este escocés que apenas si tuvo que empujarlo ante un pobre Sadurní que la vio entrar. 0-1 en seis minutos. Aún no conocíamos el significado de remontada épica pero a ello había que ir. Y entonces, esto sí lo recuerdo como si fuera ayer (bueno, anteayer), apareció un tal Stewart, el portero del Leeds, al que le dio por pararlo todo. Que si un remate de Clares, que si una volea de Rexach, que si un cabezazo de Migueli. Nada, no había manera.

Descanso, bocata, lamentos, Helenio Herrera en boca de mi padre y mis tíos (y quien es este Helenio Herrera me preguntaba yo) y vamos a ver después.
Pues nada, después más de lo mismo. Ese equipo de blanco se defendía de cualquier manera y a nosotros se nos acababan las ideas hasta que, en la desesperación, Gallego saca una falta 'a la olla' y ahí aparece la coronilla de Clares que peina la pelota y, sí, GOL. Entró. Faltan 20 minutos. No hay móvil para llamar a casa y decirle a mi madre que llegaremos más tarde porque habrá prórroga y, quizá penalties. Porque, también lo recuerdo, ni sospechábamos que íbamos a fallar.
Pero nadamos, nadamos, nadamos... y en la orilla nos ahogamos. El árbitro expulsó a uno de ellos por darle un puñetazo a Clares y hubo momentos que todos menos Sadurní estaban en el área de los ingleses, ahí, en el gol sur, el de Travessera, el nuestro. Pero nada, no hubo manera. Sant Jordi pasó de nosotros. La Copa de Europa seguía siendo fruta prohibida.

Volviendo a casa no pude callarme. ¿Y quien es el Helenio Herrera que tanto hablabais? le pregunté a mi padre. No me lo explicó demasiado pero me dijo que en Portugal, hacía años, un club había echado a un entrenador y que éste les había lanzado un maleficio. Sin saber si reir o llorar, le dije que qué tenía eso que ver con nosotros y me contestó que algún día sabría la historia de Helenio Herrera, la guerra que tuvo en Barcelona con Kubala, la marcha de Suárez y su cese. 'Desde entonces', me dijo, 'estamos así'. Con el tiempo conocí todas esas historias, pero a la mañana siguiente, en el cole, tuve que aguantar a la panda de burros del Madrid de mi clase burlándose de mi. Era un crío, y los críos, si son hinchas como era yo, sufren mucho más esas decepciones. Y sólo era la primera...
FC Barcelona: Sadurní, Marinho, Gallego, Migueli, De la Cruz, Neeskens, Asensi (Rifé), Rexach, Cruyff, Heredia y Clares.
Leeds United: Stewart, Cherry, Gray, McQueen, Hunter, Bremner, Madeley (Giles), Clarke, Jordan, Yorath y Lorimer.
Arbitro: Erich Linemayer
0-1 Lorimer 6. 1-1 Clares 69

viernes, noviembre 10, 2006

Barça 3 Ipswich Town 0 (UEFA 1977-78)

En la ida, en Portmand Road, nos metieron un 3-0 que nos dejaba más fuera de dentro. El domningo anterior, cuatro de diciembre, el Madrid nos echó de la Liga ganándonos 2-3 en el estadi y encima ese miércoles llovía. Y a cántaros además.

Empiezo con este partido este blog porque si bien antes hubo otros que no se me olvidan, ese fue especial. Tenía doce años y recuerdo una discusión entre mis padres. Yo estaba acatarrado y mi madre se negaba en redondo a que saliera de casa. 'Si no está bien para ir al cole, al fútbol tampoco' le dijo, más o menos, a mi padre cuando él le pidió que nos hiciera un par de bocatas para irnos al campo. Obviamente al final fui, con un anorak y paraguas al estadio. Recuerdo que el campo estaba medio vacío. Entre el frío (el invierno era invierno y no como la mariconada de tiempo que hace ahora), la lluvia, el 3-0 de la ida y el desencantó culé por el varapalo del Madrid del fin de semana anterior había tanto cabreo como desencanto entre los culés. Pero ahí estábamos nosotros, en nuestro asiento de lateral 'a ver qué pasa'.
Y lo que pasó aún lo recordamos los que allí estuvimos. Antes de la media hora Rexach sacó un corner (ya me gustaría ver ahora a alguien lanzando los corners como lo hacía él) y Cruyff, de cabeza, marcó. Mira, nos decíamos, a ver si al menos no nos vamos con la cabeza alta. Seguía lloviendo y seguía el Barça dominando pero más allá, si no recuerdo mal, de un remate de Fortes que Cooper despejó no hubo nada. Media parte y al bocata (es curioso, tuvieramos hambre o no en aquella época siempre comiamos el bocata en la media parte). Si en la primera parte más o menos estuvimos entretenidos lo de la segunda fue el acabose. Sólo empezarla Asensi vio el desmarque de Cruyff entrando en el área y le cedió el balón para que Johan, con un disparo cruzado marca de la casa, metiera el segundo. 2-0 y 44 minutos por delante!! A partir de ahí fue un no parar. Los pobres ingleses se las veían y deseaban para defenderse. Robson puso poco menos que el autobús y Migueli, Clares y Neeskens estuvieron a punto de meter el tercero. Como el culé ha venido a este mundo a sufrir, Nick Mills, en un contragolpe, nos puso las pelotas por corbata al rematar al palo. El final ya era a cara o cruz y cuando todo hacía pensar que saldría cruz un defensa inglés se cargó a Clares en el área. El árbitro penalty y Rexach engañó al portero metiendo el 3-0. Era el delirio. Nos íbamos a la prórroga.
Y seguía lloviendo. Fue media hora de muermo con dos equipor agotados y abocados a la suerte de los penalties. Y allí nació 'San Artola'. Rechazó el primero de Talbot y el segundo de Viljoen; Mills marcó pero Woods lo tiró al poste. El Barça estuvo más certero. Marcaron Rexach, Asensi y Amarillo y aunque Olmo la cagó no hizo falta que Cruyff lanzase el quinto. ¡Se había hecho el milagro!.
Bajo la lluvia y con un frío que pelaba volví a casa más acatarrado si cabe pero hinchado de felicidad. No existía el pay PPV, ni el plus ni TV3. Ni falta que nos hacía. Sólo lo vimos 30.000 y descubrimos que los milagros existen. ¡I TANT!
FC Barcelona: Artola, Mazizo, Migueli, Olmo, Sánchez (Amarillo), Neeskens, Rexach, Fortes, Cruyff, Asensi y Zuviría (Clares).
Ipswich Town: Cooper, Mills, Hunter, Tibbot, Talbot, Osborne, Osman, Mariner, Whymark (Geddis), Gates (Viljoen) y Woods.
Arbitro: Erich Linemayer.
1-0 Cruyff 21 2-0 Cruyff 46 3-0 Rexach de penalty 87

Pd. El entrenador del Ipswich era Bobby Robson